Son un dulce típico originario de Antigua Guatemala. Se acostumbra comer en las ferias patronales.
Preparación: 30 minutos
Porciones: 10
Atole de avena
Rompope o rompopo
Macarrones con leche
Batido de fresa y albahaca
Arroz con leche guatemalteco
Ninjago
Entre no menos de veinte presentaciones, pero con un común factor que las asemeja, el atole destaca como la bebida tradicional por excelencia desde Centro América, pasando por Guatemala, hasta México.
La temperatura está bajando y las casas ya están decoradas para las fiestas. Empieza a parecerse mucho a la Navidad. Así es como el ponche de frutas, la bebida más popular para la temporada de Navidad, hace su aparición.
Producto del legado del imperio maya Guatemala posee una milenaria historia de desarrollo en la actividad culinaria. Si a esto le añadimos los aportes que trajeron los españoles y otras culturas a lo largo de las diferentes oleadas inmigratorias, tenemos como resultado una riqueza gastronómica colmada de sorprendentes y diversos sabores. Descubrir la comida guatemalteca y las particularidades de sus distintas regiones es una experiencia que invita a disfrutar.
El atol blanco, la bebida guatemalteca se caracteriza por su preparación artesanal, su sabor y toda su historia convirtiéndola en una de las bebidas tradicionales del país. Vamos a pasear un poco para conocer sobre esta bebida típica de Guatemala.
El ponche era una categoría específica de bebidas en los bares de antaño, pero la bebida que conocemos como ponche parece haberse originado en la India. Los exploradores ingleses descubrieron esta bebida cuando fueron a la India por primera vez en el siglo XVII.
Este platillo maya de origen prehispánico es una sopa, a base de pavo, que rememora con su color rojo los sangrientos rituales que realizaban los antepasados en sus ceremonias y de allí deriva el significado de su nombre. Conoce la historia y las particularidades de esta importante receta de la gastronomía de Guatemala, que fue transformándose con la llegada de los españoles a estas tierras.
Los arqueólogos o antropólogos no han dado con el origen de esta herramienta esencial para la elaboración de los alimentos, propios de los asentamientos originarios de Guatemala, pero se estima, que su antigüedad data del periodo arcaico.